Los panameños nos encontramos a merced de quienes se consideran los dueños del sector salud y toman decisiones sin someterlas a debate y aprobación de los integrantes de sus respectivos gremios, por lo que las medidas que surgen de sus conciliábulos son canallescas y afectan más que a nadie, a los pobres.
Si hacemos una comparación, podemos decir que los terroristas fundamentalistas cometen sus acciones y producen muertes de manera instantánea; sin embargo, los terroristas de la salud en Panamá no pueden contabilizar las muertes bajo su responsabilidad porque ocurren con lentitud ante la falta de atención médica.
Nadie entiende por qué, tras anunciarse un aumento de salario en la Caja de Seguro Social, los dirigentes gremiales declaran una huelga y no se haya aplicado la ley porque estos grupos violan todas las normas existentes al negar al pueblo su derecho a la vida.
Nuestra opinión
Los dirigentes del sector salud deben ser procesados por la justicia porque estamos cansados que en nombre de la libertad sindical se incumplan con los servicios de salud, previamente pagados por los cotizantes de la entidad de seguridad social.
El editorial de La Estrella de Panamá de este lunes 21 de mayo dice que “hoy tenemos una entidad que da tristeza. Recibe millones de balboas en cuotas y es ineficiente” y el diario se pregunta “¿se pueden soportar más atropellos?”. Con esta posición, coincidimos plenamente